lunes, 26 de noviembre de 2012

FAETÓN (V)

Presentamos en esta postal testimonios sobre Faetón (o Faetonte) que se hallan en otros autores.

Paléfato, un mitógrafo griego quizá del siglo IV a. C., en su obra Sobre fenómenos increíbles (cap. 52), relata:

Faetonte, el hijo de Helio, tuvo el deseo irreflexivo de guiar el carro de su padre. Entre abundantes súplicas y lágrimas lo convenció. Mas, cuando montó al carro y empezó a fustigar a los caballos, no sabía llevar bien las riendas, ni era capaz de conducirlos con firmeza y sin agitación. Arrastrado por los caballos, que se movían con un enorme ímpetu y altivez, se acercó a la tierra y en una sacudida cayó al río Erídano y se ahogó, por lo que muchas tierras circundantes se consumieron abrasadas por el fuego.

Otro mitógrafo griego llamado Heráclito - del que no se sabe nada -, en su obra titulada Refutación o enmienda de relatos míticos antinaturales (cap. 22), nos aporta esta breve información:
Faetonte, que era hijo de Helio, tuvo el deseo de subir al carro de su padre y guiarlo. Pero como hizo esto sin tener práctica y los hombres perecieron abrasados, Zeus lo fulminó con el rayo.
(Traducciones de Manuel Sanz Morales, Madrid, Akal, 2002; con modificaciones)




El mitógrafo romano Gayo Julio Higino (64 a. C. - 17 d. C.) en su Fábula 152 recoge lo siguiente:

1. Faetón, hijo del Sol y de Clímene, subió a escondidas al carro de su padre y se elevó muy alto desde la tierra. Por miedo cayó al río Erídano. Júpiter lo golpeó con un rayo y todo comenzó a arder. 2. Para acabar con toda la raza humana siviéndose de alguna excusa, Júpiter fingió querer sofocar el fuego y desbordó los ríos por todas partes. Así terminó con la totalidad de los mortales, con la excepción de Pirra y Deucalión. 3. Las hermanas de Faetón, por su parte, como habían uncido los caballos contra la voluntad de su padre, fueron transformadas en álamos.

El mismo mitógrafo, en la Fábula 154, titulada "Faetón de Hesíodo", expone:

1. Faetón, hijo de Clímeno, hijo del Sol, y de la ninfa Mérope, que para nosotros es una Oceánide, cuando supo, por testimonio de su padre, que el Sol era su abuelo, hizo un mal uso del carro que había conseguido. 2. Cuando era conducido cerca de la tierra, todo se abrasó con el fuego que estaba próximo y, golpeado por un rayo, cayó al río Po; a este río los griegos lo llamaron Erídano y Ferécides fue el primero que lo nombró. 3. Los indios, por su parte, como el calor del fuego estaba próximo, cambiaron de color su sangre; por eso se volvieron negros. En cuanto a las hermanas de Faetón, mientras lloraban la muerte de su hermano, fueron convertidas en álamos. 4. Sus lágrimas, como cuenta Hesíodo, solidificadas, se conviertieron en ámbar; reciben el nombre de Helíades. Son Mérope, Helie, Egle, Lampetie, Febe, Eterie y Dioxipe. 5. Cicno, rey de Liguria, que era pariente de Faetón, mientras lloraba por la muerte de su familiar, fue convertido en cisne. Este también canta tristemente al morir.

(Traducciones de Guadalupe Morcillo Expósito, Madrid, Akal, 2008)

 

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